27/11/10

Carbón





" Las fotos no están muy allá, pues cuando llegue a la Campa Torres, andando desde la Calzada eran ya algo mas de la cinco y media , me quedé sin luz el viento me impedía pensar,, quiero decir que se me llevaba el trípode, pero lo mejor es que lo veáis con vuestros propios ojos, recomiendo llevar unos prismáticos..."


"Voy a retroceder lentamente y no sin esfuerzo a los años setenta, estamos en verano, es domingo en el campanario de la iglesia de Jove marca las horarias las once o las once y media , parece que se puede nublar, en la parada de autobús, niños con sus padres aguardan no sin cierta impaciencia que llegue el bus, van todos ellos cargados de “filoxies”, la comida y la merienda van a pasar todo el día en la playa: filetes empanaos, tortilla de patates, quesu ,fiambre y una tartera con carne guisada o fabes, fruta algunas piezas de fruta; mientras lo evoco la boca se me hace agua, lo confieso. En una red un niño lleva una pelota,de cuando en cuando le da una patada, de una bolsa llena de toallas sobresale unas palas y nos cubos, otro lleva un truel en una mano y en la otra toalles. Todos con las viseras puestas y no te la quites que igual te cae una hostia. Las madres se habían pasado todo el día anterior pegadas a la cocina de carbón.
Llega el bus, los asientos ya están ocupados otras familias de Gijón del Natahoyo, han decidido que hoy era un día de sol y playa. Van, vamos todos hasta los topes de bolsas .El autobús se detiene pocos metros antes del control de aduana de “El Musel”, de ahí toca andar un trecho hasta llegar al túnel, cruzarlo, en la mas espesa oscuridad y teniendo cuidado de no TO tropezar con ningún riel, la vía esta muerta, no pasa ningún de mercancías. Dentro del túnel la temperatura baja, `por unos minutos volvemos al invierno, caen goterones de los muros. Este tramo lo recuerdo como un vía crucis, las bolsas el túnel, todos enfila la india procurando no tropezar unos con otros, los que daban voces para escuchar el eco. Este tramo lo recuerdo eterno. Por fin ya estamos llegando, se ve la claridad del otro lado. Llegamos, sigue luciendo el sol, lo primero buscar mesa en un garito de madera, era vital sobre todo cuando se llevaba comida de puchero, pues tenía mesas, tu solo tenias que consumir la bebida, los niños salíamos corriendo disparados con una toalla en la mano para llegar los primero y a acutar sitiu.
Estoy hablando de la playa de Aboño, tenía un río que le daba nombre a la playa, en una buena bajamar era posible llegar con habilidad esguilando entre les roques hasta casi Candas, bueno creo que no tanto pero casi.
Volvamos ha hoy mismo, queda de aquella playa de aquel río .
Nada.
Estoy mintiendo el río a su desembocadura lo hicieron desaparecer, en su lugar montaron una industria contaminante, “la fabrica de CEMENTO DE ABOÑO, cuya chimenea se ve desde casi cualquier punto de Gijón. Terminó con todas las huertas y árboles frutales de ese valle. Pasa el tiempo, y el espectáculo ya es para morirse…, me resisto a describirlo invito a todas aquellas personas de buena voluntad que se suban hasta la Campa Torres, podrán disfrutar de una vista de Gijón interesante de Gijón. Desde el Faro se pueden avistar aves, o eso era antes, no pude comprobarlo en esta última visita la noche se me echó encima…

Conclusión para mi esto es un desastre ecológico de primera magnitud, pero parece que los atentándoos ecológicos, lo son en función de quien Gobierne, si se hunde el Prestige, es la bomba, pero si diariamente se están vertiendo al mar con total impunidad carbón desde la antigua playa de Aboño, no pasa nada. Los gijoneses y en especial los vecinos de la Calzada y del Natahoyo, llevan respirando polvo de carbón desde hace ya unos cuantos años, solo hay que preguntar a estos vecinos como tienen los polletes de los balcones. …
Y por finalizar recomendaros si os apetece la lectura de un libro, es ameno, barato: Ryszard Kapuściński, título Imperio, lo tenéis en Compactos Anagrama por 10€ puede ser vuestro.

2 comentarios:

MANUINDIANA dijo...

Me he reconocido en esos niños de la parada del bus,que tiempos mas felices y no teniamos nada.
Alguna vez pase por el tunel de Aboño,y recuerdo los goterones jjjjjaaa era odioso.
Si,estos atentados Ecologicos de todos los dias,que no salen en la prensa ni en las noticias,para mi son tan importantes como las grandes catastrofes,como por ejemplo el Prestige.
Nos ahogan lentamentes,pero al final es el mismo fin.
Las fotos preciosas,por cierto voy a buscar ese libro,ya te comentare.
Saludos

MANUEL SOSA dijo...

Pues seguro que en algún momento estabamos los dos en la misma playa y sin saberlo, que cosas tiene la vida

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