24/9/11

Semeyes y conversación col capitán Marlow que ye de Xixón






Se encontraba un servidor de ustedes, tranquilamente sentado en unos de los bancos que hay en el Muelle, ahora rebautizado como Puerto Deportivo, era por la mañana a eso de las once o las once y media, como era agosto y uno de los pocos días de los que podemos decir que hizo buen tiempo, cielo despejado, viento en calma, apenas había gente por el Muelle, estaban todos para la playa mojando el calcañar unos y otros viendo a les moces en bikini por el Tostaderu, el caso es como digo estaba yo sentado cuando un señor que pasa por enfrente pegado a las barandillas llamó mi atención, le quise poner nombre, pero como ya tengo dicho, hace mas de veinte años que no vivo en Gijón todo me suena o me quiere sonar pero al final no consigo hilvanar nada, es como si alguien me hubiera pasado una goma de borrar por el cerebro, pero sin haberla pasado a fondo, dejándome como hilos de memoria, pero todos ellos sin hilvanar, el caso es que la figura de este hombre me dejo pensativo y estaba intentando ponerle nombre cuando a hacia mi izquierda, y a cierta distancia oigo a alguien que grita:


-¡Marlu, Marlu, Capitán, Capitán Marlu…!

Claro ya decía yo que me sonaba es el Capitán Marlow. En una tertulia uno de Gijón de los muy lectores le sacó el parecido con el mítico Capitán Marlow de Joseph Conrad, y desde entonces así comenzaron a llamarlo sus amigos más allegados, eso si del Marlow original se transformó al asturiano en Marlu, más fácil de pronunciar.

Por fin el aludido Marlu, se volvio y se detuvo a esperar al pobre rapaz que lo estaba llamando, ese rapaz venía corriendo a la velocidad que le permitía su descompensada figura, era uno de esos cojos de nacimiento que llevan uno de los zapatos con suplemento, pero menuda como corría apoyando una de sus manos en la rodilla de la pierna mas corta para darle más velocidad mejor impulso.

-No corras rapaz, que vas romper el tacón, y luego voy a tener que pagártelo por nuevo. dijo Marlu, cuando el cojo estuvo ya a la altura de su mano. Fue emocionante ver el apretón y las palmadas que se dieron sin decirse nada. El primero que tomo la palabra fue Marlu,:- bueno qué ya recuperaste el aire, vamos si te parece al Cantábrico y tomamos alguna cosa y charlamos.

Los fui siguiendo con la mirada y cuando comprobé que efectivamente se dirigían hacia el Cantábrico, encamine mis pasos en su misma dirección discretamente .Tuve suerte, pude sentarme casi mesa con mesa, para hacerme el distraído cogí un periódico y me puse a ojear sin perder ripia de la conversación. En la barra y atendiendo a las mesas estaba “Viruta” que afortunadamente no me reconoció, estudiamos juntos en la Universidad Laboral, pero claro de esto ya llovió…

Pero volvamos a la mesa de Marlu y el cojo, del cojo no puedo decir su nombre pues Marlu nunca lo llamó por su nombre siempre se refería a él como: fíu, mira fìu, oye fìu, acuerdetes fíu, que ye de fulanu fíu. De este cojo también me quiero acordar, yo creo relacionarlo con la reventa de entradas para los toros, para partidos del Sporting o algo por el estilo, pero la verdad no lo puedo afirmar, pues como digo Marlu, nunca se refirió a él por su nombre o por su actividad.

Aquella conversación hubiera sido mejor para grabarla, empezaron a desfilar algunos personajes celebres: Rambal, Ojos Cariñosos, Gañote los Maricas y muchos otros que la verdad a mi ni me sonaban.

Voy contate una anécdota muy buena, dijo Marlu:

-Taba en el comedor de oficiales, era la hora del almuerzu y en esto que se me acerca por atrás, Chigrita el cocineru, esi tienes que conocelu ye de los de Cimadevilla , bueno el caso es que me dice muy dicretamente que coma de las empanadilles que tienen flor. Oye oh! Ficii casu, estaban buenas tenían jamón.

El caso que de aquí a unos días paso por donde la cocina, y Chigrita que me ve llamame y entré en la cocina y no se como acórdeme de las empanadillas aquellas y ocurrióseme preguntai que como les facia,” muy fácil dijome”, cogió una masa que tenia por allí, levantó el mandilón, no llevaba nada de bajo, cogió como te cuento la masa y fizo ¡plas!, estámpala contra l´ombligu. Ye tremendu. Otru día viene una señora a quéjaseme de Chigrita. Bajo a la cocina a ver que pasó, y el asuntu es que esa señora era una pesada estaba todos los días con los biberones para que se los calentara y nunca esta contenta, bueno el casu fue que ese día bajo a la cocina a que le calentara el biberón p´al neñu y Chigrita tenía las manos mojadas, espere un momento le dijo, pero como aquella muyer era muy pesada, esti dejó lo que estaba haciendo y cogiose el mandilón pa secase les manos y pasó que no llevaba nada debajo y ahí apareció todo el mangu, y claro la muyer salió toda escandalizada. Amarme cada una, que si no fuera por mi ya lo habían despedido. No se un día que estaba con el barco por Barcelona, me cruce por una tienda de esas que vende cacharros de cocina y dije yo voy a entrar a ver si encuentro un molde o algún aparatu para que esti siga haciendo les empanadilles con flor pero sin pasales por el ombligu, oye tuve suerte, lo compre y se lo di. No quiero saber si lo usa o no, eso si cuando hay empanadilles yo sigo comiendo las que tienen flor, que tienen jamón.

Oye acuerdeste del Mosques, que ye de Ojos Cariñosos…

-Marlu se llevó la vista al reloj, oye fiu sabes la hora que ye… ye la hora de almorzar, anda vamos a ver si cogemos un taxi que nos lleve a la Carreña y nos comemos unos centollos si hay y si no unes andariques, invitó yo. Marlu, pagó las consumiciones del Cantábrico y le dijo al Viruta que le hiciera el favor de pedirle un taxi.

Es una pena no haber tenido una grabadora, pues fueron tantos los personajes de los que hablaron, que el que mejor se me quedó en la mollera fue la anécdota de Chigrita.

Lo que ya no puedo es decir nada de si se comieron unos centollos pelones o unas andaricas, pues ellos se subieron al taxi camino de la Carreña en el Natahoyo, y yo me subí al autobús camino de la Calzada.

Cuando llegué a mi casa le conté a mi padre a quién había visto en el Muelle.

-Si home si ye Luis Arroyo, no te acuerdes d´el, bueno igual tu eres un rapazín. Crioulu la hermana, bien paso, trabayo la probe en tres o cuatro sitios a la vez, paque su hermanu pudiera estudiar. Eso si fue listu, empeñose, empeñose y saco el titulo de Capitán, y enseguida se embarco. Recorrió medio mundo o más. India, Filipinas China, África, y claro los puertos de Europa, fue el primer asturianu que estuvo en la Unión Soviética en la época del Generalísimo, acuerdome yo, vino echando pestes de lo que vio allí, y eso que él siempre fue muy discretu, pero como era amigo de Carantoña, metioi aquellos dedones que tenía en la boca y esti Luis, desembuchó. Pensaba que se había retirao, la ultima vez que lu vi por el muelle, -dijei: hombre Luis como tu por aquí, ándame derechu que esto ye tierra firme, andaba siempre con unes zancadones, hizoi gracia, riose. No era de Xixón, eren el y la hermana de un pueblucu de Burgos, pero a él enseguida pegosei el habla. Cómo iba vestidu, qué llevaba puesto, es muy frioleru, siempre en verano como en invierno siempre va con una zamarrona azul, gorra de marineru y en invierno con guantes y bufanda, yo no sé como siendo tan fríoleru se hizo andar a la mar. Si lo vuelves a encontrar dai recuerdos de tu padre, ya veras que contentu se pon, hicíi tanto a él como a la hermana muchos favores, ye un buen rapaz. Tienes que acordate, cuando vivía el difuntu Carantoña, y taba ël desembarcau siempre lu sacacaba a colación, y esi mote que tu medices de Marlu, pusolelo Carantoña, ye un mote de novela. Bueno, los neños de ahora, si tienen cuarenta o menos de cuarenta, no lu conocen, no saben quien ye. Nunca se quiso casar, decía:” que para un marineru su única muyer ye l´amar, y en cada puertu una muyer “

Alégrome de que esté bien. Anda vamos a comer fíu, que se enfríen les fabones que nos fizo to madre.

2 comentarios:

Luis dijo...

Sin comentarios. GRACIAS.

Jose Manuel Montes(Manuindiana) dijo...

Jjaaajajjaa Genial.alguna vez te a pasado por la cabeza escribir un libro?
Animate saludos

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