De vez en cuando hay que enviar la herramienta al herrero, para que le de un repaso, le quite el polvo del verano, ajustar el disparador y sobre todo para devolverle un poco de brillo. Y eso es lo que he hecho yo con la cámara, darle su merecido descanso.
Entretanto he estado buscando un patrocinador físico para mi libro de fotografías “Barrio de Maravillas”, ordenando archivos y carpetas…Y lo más divertido leyendo unos cuantos libros. Dos de ellos me voy a dar el gusto de recomendar. Uno de ellos lleva por titulo “El Alinista”, su autor es Machado de Assis, de este libro sólo os diré que tiene ciento veinte páginas de buena letra, no voy dar más noticia pues siendo tan breve en pocas líneas desvelaría su argumento, lo dejo a vuestra investigación.
El otro y que da titulo a esta entrada es “Ligeramente desenfocado” de Robert Capa.
Ligeramente desenfocado reúne los textos y fotografías de Robert Capta sobre la Segunda Guerra Mundial. Me resultó muy entretenido y te quedas con ganas de seguir leyendo.
Y mientras esto escribo, tengo entre mis manos El Imperio, esto es una segunda lectura.
(Ryszard Kapuscinski realizó entre 1989 y 1991 un largo viaje por los vastos territorios de la Unión Soviética. En esos años decisivos, cuando el imperio presentaba ya síntomas de derrumbe, este implacable cronista de su siglo visitó quince repúblicas y habló con cientos de ciudadanos acerca de las extraordinarias experiencias que les había tocado en suerte vivir, y el terror del cual estaban saliendo. Este libro (donde también se relatan las primeras incursiones de Kapuscinski en la Unión Soviética, entre los años 1939 y 1967) es el producto de una carrera para atrapar las memorias de los anónimos protagonistas de la Historia antes de que los terribles y pasmosos acontecimientos de esos años entren para siempre en el pasado. Kapuscinski nos cuenta el derrumbe de este imperio con el íntimo conocimiento que le otorga ser un ciudadano polaco cuyo propio país fue una de las colonias periféricas de dicho imperio.)
Y también un libro de poesía, pero en este caso para darle un poco de misterio no revelare su autor, copio un verso y lo dejo a vuestra investigación, unas pistas no es español y se quedó ciego, no es portugués
La Lluvia
Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto
patio que ya no existe. La mojada
tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
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Nota:
En estas fechas a la Puerta del Sol se le añaden nuevos personajes, las vendedoras de lotería de Navidad, suelen ponerse lo mas cerca que pueden de los establecimientos oficiales, para que los que se cansan de hacer largas colas, terminen comprándoselo a ellas por un módico suplemento sobre el precio oficial. En algunos momentos si uno anda fino de oído podrá escuchar a coro: “Llevo el Gordo, el gordo de Navidad…”
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