Todo, pues, es otra cosa y nada es como parece. La causa es que la mayoría de lo que se tiene por verdaderas tradiciones madrileñas, son verdaderamente de ayer y carecen de autentica historia. También todo esto demuestra algo muy importante y muy hondo, y además esta vez si verdadero, la tremenda capacidad de asimilación de Madrid, su potencia aglutinadora, que no es comparable a ninguna otra ciudad de nuestro país.
Madrid hace todo suyo, con tranquilidad, sin aspavientos, sin voces que reclamen con autentica sencillez. Y llega a asimilar tan poderosamente que nacen estos divertidos y bellos contrasentidos, estas realidades que, si bien se miran, parecen una broma castiza, nacida en una tertulia de café o en una partida tasquera. Curiosidades de Madrid. José del Corral. 1990 El País-Auilar
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2 comentarios:
La primera es una muestra de paciencia y observación.
Y de edicción. Un saludo
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