Cuando tienes la suerte de volar en un bimotor de este tipo,
sientes realmente que estas volando y si encima llegas a destino
te puedes considerar uno de los elegidos.
El peligro de esto bimotores, no es que se rompa un motor, aún le quedará
el otro y si se rompe el segundo, no importa lo más seguro
es que el piloto consiga posar el aparato en medio de la
sabana o encima de alguna acacia. Pero si no vienen pronto a tu
rescate, los leones entre otros sedarán un festín de lujo.
Pero también puede suceder que un trayecto de dos horas de avión se convierta en una pesadilla, el piloto ha recibido una llamada, y tiene que ir a recoger algo o a alguien o simplemente gira y vuelve al punto de partida ha recoger un paquete que se han olvido de embarcar.Puede suceder.
No hay que perder los nervios y como ellos repiten constantemente Pole, pole,
la prisa mata. En Kenia,Tanzania, Uganda, las prisas son malas consejeras.Pole pole, Asante sana.
Antes de seguir con esta publicación, quiero darle las gracias a mi mujer, porque sin ella toda esta aventura resulta impensable. Ella fue la que planifico,
presupuesto, y se encargó de negociar todos los asuntos, yo solo fui su acompañante. Ella es quien en verdad lleva la aventura en sus venas, y yo la mayoría de las veces la sigo a regañadientes.No tenía ninguna obligación de hacer esta confesión, pero como no me duelen prendas lo digo y ya está Me cuesta mucho levantarme del sofá, pero cuando mi mujer consigue levantarme, empieza la aventura.
Que no pápápápáre la aventura
1 comentario:
Pues yo soy al revés.Mi marido es el que tira de mi,y es él quien tiene espíritu de Indiana.
Por cierto,¡¡que viaje tan fantástico,Manuel!!.
Saludos.
(No creas que se me ha olvidado lo del libro de Cortazar y el cuento.
Es que no lo encuentro, y no recuerdo si se lo he prestado a alguien.Sigo en ello)
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